Este gran salto
casi le cuesta la vida a Branson Gillies, de
la banda australiana Hillsong. Corrió desde la pasarela del escenario
y se lanzó a toda velocidad, pero nunca esperó que la gente,
en vez de agarrarlo, se abriría e iría directo al suelo.
Al parecer
no estaba muy conectado con el público, aunque anunció que
correría por la pasarela y que ellos tendrían que agarrarlo
cuando se tirara.
Lo más
curioso es que la gente vió cuando se tiró, pero sólo
se quedaron mirando como se estrellaba al suelo como si de un huevo se
tratara.
Este suceso
vergonzoso para Gillies sucedió en Brasil. Y poco después
del incidente fue socorrido por el equipo de seguridad y alzado con muchos
golpes. ¿Quien sabe que le dolió más, el orgullo o
el golpe?
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