Seguidores

viernes, 23 de septiembre de 2022

LA MUERTE DE BRANDON LEE


"He pasado más frío en esta película del que he pasado en años. No recuerdo haber salido nunca a la calle sin zapatos cuando hacen unos cinco grados y está lloviendo. Creo que eso se suma a la experiencia del personaje; quiero decir, que está destrozado física, emocional y psicológicamente, y todo esto sumado al hecho de que se me impusieran ciertas exigencias físicas muy estrictas ha contribuido a crear el entorno adecuado".



A pesar de estas y otras tantas calamidades que caracterizaron al rodaje de EL CUERVO (1994, Alex Proyas), el joven Brandon Lee siempre se mostró entusiasmado con el proyecto y muy emocionado ante el reto de encarnar por primera vez en la gran pantalla a Eric Draven en su regreso del más allá para vengarse de los hijos de puta que le arrebataron algo más que la vida:



"La verdad es que nunca había participado en nada en lo que sintiera que la violencia estaba tan justificada como en esta película. El hombre al que estoy interpretando fue asesinado; la mujer que amaba fue violada, y luego asesinada. Y ha vuelto para ajustar cuentas. Realmente siento que si estuviera en la misma situación, haría lo mismo".


No sabemos si EL CUERVO hubiera sido - aunque por desgracia lo fue - la catapulta definitiva para que el hijo de Brandon saltase a primera línea, ya que la película iba a ser estrenada directamente en el mercado doméstico (VHS), al igual que la inmensa mayoría de proyectos en los que el actor había participado.


De hecho, el hijo de Bruce Lee tenía grandes aspiraciones:


"Me gustaría tener una carrera como la de Mel Gibson, que hace acción en Mad Max o Arma letal pero también goza de credibilidad gracias a El año que vivimos peligrosamente o Hamlet".


Tristemente, esto nunca llegó a ocurrir. No es que creamos en los "rodajes malditos", pero en el set de EL CUERVO los accidentes y los infortunios se convirtieron en el algo frecuente, ya que el mismo día que comenzó el rodaje, un carpintero de 26 años sufrió graves quemaduras en manos, torso y rostro al electrocutarse con un cable de alta tensión; meses después, un obrero se perforó la mano con un taladro, un doble cayó mal y se rompió varias costillas, se incendió un camión y para colmo llegó un huracán que destrozó las localizaciones exteriores y no quedó otra que terminar el rodaje en interiores.


Pero todo lo anterior podría parecer meramente anecdótico comparado con la verdadera tragedia de la producción: el 30 de Marzo de 1993 Brandon Lee era alcanzado en el abdomen por una bala real durante el rodaje de una escena en la que, en teoría, se estaba utilizando munición de fogueo. Tras el incidente, Brandon fue trasladado al hospital New Hanover Regional, en Carolina del Norte, donde los médicos trataron de salvarle la vida durante horas hasta que finalmente falleció a la 1:03 de la madrugada del 31 de Marzo.


Aunque el morbo y la especulación han ido de la mano de tan drástico acontecimiento y todavía hoy se sigue relacionando la muerte del joven con este "la maldición de Bruce Lee" (sí, esa que persiguiría a su linaje por desvelar secretos de las artes marciales en occidente), lo cierto es que todo fue por culpa de una negligencia colectiva por parte del equipo de producción de la película. De hecho, tras la investigación policial, había tantísimas personas en el punto de mira que fue imposible señalar a un único culpable y la deuda se saldó con una multa de 700,000$ a la productora.


Lo que sucedió es que durante el rodaje de una película se utilizan dos tipos de munición: para los primeros planos en los que, por ejemplo, vemos como se carga un arma de cerca, se emplean balas reales sin polvora que después han de extraerse del arma una vez que se han rodado dichos planos. Aquel día, el proyectil de una de estas balas se desprendió del casquillo y quedó atascado - u olvidado - en una de las pistolas que se iban a usar en el infame tiroteo (en concreto, la que sujeta el actor Michael Masse) y coincidió en el mismo cargardor con balas de fogueo, las cuales sí contienen polvora, y si hay cualquier residuo pequeño alojado dentro del cañón, este es expulsado con una velocidad similar a la de una bala pudiendo llegar a causar heridas graves o letales, como fue el caso.


¿Cómo pudo ocurrir algo así? Porque el día del rodaje de la escena de la desdicha, el experto en balística del film no estaba presente. La falta de tiempo y presupuesto había llevado a los productores a tomar la desafortunada decisión de mandarle de vuelta a casa, y a raiz de esto, no se respetaron las regulaciones del sindicato para escenas con armas de fuego: estan deben ser examinadas rigurosamente, el actor sobre el que se vaya a abrir fuego debe llevar un chaleco antibalas, y el que aprieta el gatillo nunca debe apuntar al cuerpo de la víctima. Por supuesto, desde aquel día las medidas y las reglas para dichas escenas se volvieron mucho más estrictas para evitar que algo así pudiera volver a suceder.


Tras el accidente, Paramount Comedy se lavó las manos y retiró su presupuesto de la producción por miedo a la mala publicidad, pero Miramax (con Harvey Wenstein al mando) vio el filón y acudió al rescate poniendo ocho millones de dólares para que se pudiera terminar el rodaje y estrenarla en verano de 1994.


Cuando Brandon falleció solo faltaban 52 planos por rodar con la presencia del actor, por lo que se grabaron con dobles de cuerpo y en post-producción superpusieron otros planos con el rostro. El actor Ernied Hudson, que interpreta al Sargento Albrecht en la cinta y al que casi todos conocemos como Winston en GHOSTBUSTERS, se negó a regresar al rodaje tras el accidente, ya que a pesar de que desde el estudio afirmaban que la película se terminó en memoria de Brandon ya que así él lo habría querido, Hudson declaró que "terminaron la película porque ya había mucho dinero invertida en ella. Este negocio es así, pero yo no quise formar parte de ello".

Aunque Elizabeth Hutton y Linda Lee Cathwell, pareja y madre de Brandon, demandaron a 14 miembros del set de rodaje por negligencia, al final la cosa se saldó con un acuerdo extrajudicial.


Nunca sabremos cómo habría sido la carrera de Brandon y la obra gracias a la cual siempre le recordaremos tuvo la culpa. Tanto de su éxito, como del amargo sabor que produce su existencia.


Y olvidaos: el momento en el que Brandon Lee recibió el disparo que le costó la vida NO está en la película.

No hay comentarios:

Publicar un comentario